Tratamiento de Infección de Tejidos Blandos en Puebla

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, cuando permanece sana e intacta representa una barrera física efectiva contra la invasión de los microorganismos. Su pH ácido, su sequedad y los lípidos complejos presentes en la secreción sebácea son inhibidores de la mayoría de las bacterias y hongos patógenos.

 

La Infección de Tejidos Blandos es un tipo de infección bacteriana rara pero muy grave que puede destruir los músculos, la piel y el tejido subyacente. La palabra "necrosante" se refiere a algo que ocasiona la muerte del tejido corporal. Muchos tipos diferentes de bacterias pueden causar esta infección. Una forma de infección necrosante de tejidos blandos muy grave y generalmente mortal se debe al Streptococcus pyogenes, que algunas veces se denomina "bacteria necrosante".

 

La infección necrosante de tejidos blandos se desarrolla cuando las bacterias entran al cuerpo, por lo general a través de una herida menor o raspadura. Las bacterias comienzan a multiplicarse y a liberar sustancias dañinas (toxinas) que destruyen los tejidos y afectan el flujo sanguíneo al área. A medida que el tejido muere, las bacterias ingresan a la sangre y se diseminan rápidamente por todo el cuerpo.

 

Los síntomas abarcan:
  • Una pequeña protuberancia o mancha rojiza y dolorosa en la piel.
  • Cambios a un área similar a un hematoma muy dolorosa que crece en forma acelerada, algunas veces en menos de una hora.
  • El centro puede tornarse de color negro y morir.
  • La piel puede abrirse y supurar líquido.

 

Otros síntomas pueden abarcar:
  • Sensación general de malestar
  • Fiebre
  • Sudoración
  • Escalofríos
  • Náuseas
  • Mareo
  • Debilidad
  • Shock

 

El médico puede diagnosticar esta afección al examinar la piel. El tratamiento inmediato se necesita para prevenir la muerte.

 

Las infecciones de piel y tejidos blandos constituyen la tercera causa más frecuente de infecciones, tras las urinarias y las respiratorias. En los mayores son más frecuentes que en la población general. Las infecciones de piel son más frecuentes en las personas institucionalizadas en las que encontramos un mayor número de factores de riesgo, como inmunodepresión, malnutrición, diabetes, coexistencia de afecciones crónicas o incontinencia fecal. En las residencias, el 10% de los pacientes que siguen un tratamiento antibiótico lo realiza por una infección de piel o tejidos blandos.

 

La mayoría de la infecciones complicadas de la piel y de los tejidos blandos (ICPTB) adquiridas en la comunidad incluyen celulitis, impétigo, foliculitis, erisipela, forúnculos y carbunco causados por S. aureus y Streptococcus betahemolíticos, predominantemente S. pyogenes. En el pasado, estas infecciones eran adecuadamente tratadas con una penicilina antiestafilocócica, una cefalosporina de primera generación o un macrólido si el paciente era alérgico a la penicilina. En los últimos años ha habido un sustancial incremento en los informes de estafilococos meticilinorresistentes (EMR) adquiridos en la comunidad aunque, en contraste con las cepas nosocomiales, son frecuentemente susceptibles a la clindamicina.